El conformado de lámina en general, y en particular el troquelado, suele asociarse con un proceso mecánico relativamente simple de reducida aportación tecnológica y escasa complejidad. Sin embargo, la realidad es muy diferente ya que este trabajo, al igual que otros procesos de tipo mecánico, engloba una serie de técnicas llenas de virtuosismo y maestría. Los expertos matriceros, también llamados “ajustadores” son reconocidos y respetados en toda la industria metalúrgica por sus habilidades y destrezas.
Es una labor minuciosa donde no hay opción para la improvisación, es un proceso que consta de diferentes etapas que van desde el diseño de la secuencia del trabajo a la configuración, construcción y puesta a punto del propio troquel, todas ellas implican precisión y perfección.
Troquelar es un arte metalmecánico de gran importancia para la industria, enfocado, principalmente, hacía la productividad. Es empleado en gran variedad de sectores: electrodomésticos (línea blanca), automotor, aeronáutico, naval, electrónico e informático y su objetivo es aprovechar al máximo el material para elaborar la mayor cantidad de piezas con el menor tiempo y costo posible.
El troquelado es un proceso mecánico de producción industrial que se utiliza para trabajar en frío lámina metálica y fabricar completa o parcialmente piezas por medio de una herramienta (troquel), conformada por un punzón y una matriz, también llamados ‘macho’ y ‘hembra’, respectivamente. Mediante una prensa, el troquel ejerce presión sobre el material, supera su límite elástico y actúa como fuerza para transformarlo, bien sea para cortar, doblar o conformar una forma previamente definida. En raras ocasiones, cuando el espesor de la lámina es muy grande, por ejemplo dos pulgadas, y no se pueden obtener las piezas por fundición u otro proceso, el material debe calentarse previamente.
Dentro de este concepto se agrupan diferentes operaciones como el corte, punzonado, doblado embutición y conformación, a su vez, esta última integra diversos trabajos, entre otros: bordonar, arrolar, extrusionar, estampar y acuñar. En todas las variantes del proceso, la precisión depende directamente de la exactitud y calidad del troquel (cuya forma y dimensiones coincide con las piezas que se quieren obtener).
En general, todas las operaciones que se realicen con un troquel (punzón y matriz) se denominan troquelado, siendo la construcción de esta herramienta el eje principal del trabajo, por ello es tan importante la experiencia y capacidad de sus fabricantes. La matricería es un trabajo en equipo, sinónimo de laboriosidad, en la que estas herramientas son diseñadas y construidas con especial esmero. Los fabricantes cuidan meticulosamente la creación de cada troquel como piezas únicas e irrepetibles, pocas veces se construye un troquel dos veces, utilizan materiales de excelente calidad los cuales, además, deben ser tratados previamente para su endurecido y así superar la resistencia de la lámina a trabajar.