Estos tipos de mecanizado se clasifican en tres grandes grupos, según cómo se opera sobre el material. Más adelante, dedicaremos un post más extenso a cada uno.
Mecanizado sin arranque de viruta:
son procesos de conformado por los que pasan las piezas metálicas (a excepción de las fundidas) por lo menos una vez en su fabricación, y a menudo, varias. Al no arrancar viruta, proporciona un importante ahorro de material. Un ejemplo son el moldeado y la forja del que hemos hablado en el apartado anterior. En el caso de los tubos, por ejemplo, pueden forjarse, laminarse varias veces, moldearse en forma tubular, enfriarse….), etc. Otro ejemplo de mecanizado sin arranque de viruta es el prensado y el roscado. Hay quien no incluye estos procesos como mecanizado, porque técnicamente no se elimina material, sino que se transforma en forma y tamaño la pieza.
Mecanizado por abrasión:
es el proceso de eliminación del material sobrante en una pieza desgastándola en pequeñas cantidades, haciendo que se desprendan partículas de material. La máquina-herramienta que se utiliza para este tipo de mecanizado es la muela abrasiva, un tipo de disco cuya superficie está fabricada con materiales abrasivos de gran dureza que eliminan cantidades muy pequeñas de material rayando su superficie, pudiendo así lograr límites de tolerancias y acabados superficiales que otros procesos de mecanizado no pueden alcanzar, pero en un intervalo de tiempo superior. Puede constituir, como el mecanizado sin arranque de viruta, un proceso añadido a otros tipos de mecanizado: un ejemplo de ello es el desbarbado, que concretaremos en el siguiente apartado de este post y que se ejecuta después de procesos de mecanizado por arranque de viruta como el corte por disco, o el marcado de piezas. Hay quien engloba el mecanizado por abrasión como un tipo de mecanizado con arranque de viruta, ya que aunque mínima, existe una extracción de material sobrante.
Mecanizado con arranque de viruta:
son procesos de mecanizado en virtud de los cuales el material es arrancado o cortado con una herramienta generando un desperdicio o viruta, utilizando varios filos o cuchillas perfectamente definidos. Hay una gran variedad de mecanizados con arranque de viruta, como el taladrado, el aserrado (por sierra, por láser…) o el fresado. Dependiendo del tipo de mecanizado por arranque de viruta, el desperdicio es mayor o menor, y por lo tanto la necesidad de procesos de rectificado posterior (como el desbarbado) es diferente.